3 Julio, 2019.
En España, las enfermedades que más daño están causando, en número y en consecuencias, son en su mayoría prevenibles. Infartos cardiacos, ICTUS, algunos tipos de cáncer y neumonías, manejo de las cifras de tensión arterial o colesterol; el hábito tabáquico, las caídas en personas mayores, los errores en la toma de tratamientos farmacológicos, las úlceras en personas con poca movilidad, e infinitos aspectos más relacionados con la salud se pueden prevenir.
En los centros de salud ofrecemos esa prevención, y toda la población debería poder beneficiarse de ella porque la salud en una sociedad repercute en todos sus individuos. Estar sano es un valor individual que influye de manera beneficiosa en aspectos tanto económicos como intangibles para todo el país.
¿Qué ofrecemos en el centro de salud?
Los profesionales del centro de salud aportamos un tratamiento personalizado, individual y ámplio para cada persona. En todos los momentos vitales, sano o enfermo, desde el principio al final de la vida.
Disponemos de recursos farmacológicos y diagnósticos. Sin embargo, las herramientas que aportamos para un mejor autocuidado son aún más importantes. Para estar más sano, para vivir mejor. Habilidades que mejoran el manejo de las emociones, reducen el estrés y permiten afrontar mejor situaciones complicadas; mejorar la calidad del sueño, el ejercicio o la nutrición, con las últimas recomendaciones científicas adaptadas al estilo de vida y preferencias de cada persona que atendemos. Esta es la principal función de los centros de salud.
Es habitual que al aconsejar que acuda con su enfermera del centro de salud, las personas respondan “¿Para qué? No estoy enfermo”. Vivimos en una cultura de la enfermedad, que pone el foco en aquello que ya no funciona. Sin embargo, cada vez más valoramos más una cultura de la salud que dirige sus esfuerzos a mantener la salud, mejorar la calidad de vida y evitar la aparición de enfermedades.
Pondré un ejemplo como enfermera. En Madrid, hasta enero de 2018, se administraba una vacuna polisacárida para prevenir la neumonía, y quienes querían la vacuna conjugada (la misma que ponemos a los bebés) debían comprarla en la farmacia por un precio de 73€. Desde hace más de un año esta vacuna conjugada contra la neumonía se administra de manera gratuita en los centros de salud de Madrid a las personas con edad igual o superior a 60 años. Sin embargo, si mis pacientes no acuden al menos una vez al año conmigo, que soy su enfermera, me resulta imposible informarles y ayudarles a prevenir esta enfermedad que, en 2017, causó la muerte en España de 9.873 personas de esas edades.
Como el ejemplo anterior existen cientos o miles de servicios según la persona.
- Control de parámetros analíticos para mejorar la salud y evitar enfermedades como un adecuado nivel de colesterol; avisos en el metabolismo del azúcar antes de desarrollar una diabetes; estados de cansancio asociados a anemias o alteraciones hormonales, que pueden corregirse antes de ser patológicos.
- Valoración del sistema cardiovascular mediante la medición de la tensión arterial en los brazos y las piernas, realización de electrocardiogramas, medición automática de la tensión arterial con un aparato de MAPA durante 24 h.
- Análisis de la función respiratoria mediante espirometrías con y sin broncodilatación.
- Prevención en la salud de la mujer con pruebas citológicas periódicas que detectan lesiones antes de puedan producir un cáncer de cuello de útero. Mamografías según edad.
- Valoración del desarrollo infantil para la detección precoz de problemas en la infancia, ya sean físicos o emocionales.
Valoración de los domicilios de las personas con alta fragilidad para evitar caídas, fracturas, errores en la medicación, contaminación de los alimentos, casos de soledad, prevención de úlceras por estados de poca movilidad y alteraciones en las personas cuidadoras… todo ello, con gran repercusión en la salud y la calidad de vida de las personas afectadas.
Estas son solo unas pinceladas de los servicios que ofrecemos en Atención Primaria y los centros de salud, para aportar valor y salud a la sociedad. Para ello, disponemos de enfermeras, médicos, odontólogos, fisioterapéutas, farmacéuticos, matronas, podólogos, psicólogos, pediatras y administrativos que atienden de manera directa. Y también epidemiólogos, microbiólogos, prevencionistas, informáticos, economistas, y técnicos de distintas especialidades trabajando para la ciudadanía de manera indirecta. También, desde los centros de salud, podemos consultar a especialistas del hospital, ahorrando en muchas ocasiones tiempo y desplazamientos.Pida cita con su enfermera una vez al año para que le informe de los servicios que le corresponden y que le ayudarán a mantener su salud, o incluso mejorarla.
Alicia Negrón Fraga
Miembro del Comité Cientifico de la Fundación Economía y Salud
Enfermera Especialista Familiar y Comunitaria
Centro de Salud Arroyo de la Vega, Alcobendas, Madrid.