Tardarán mucho en irse los efectos de la pandemia en el Sistema Sanitario… Y No sabemos cómo va a quedar

02/10/2020

Antonio Burgueño Jerez, Director de Enclave Salud (Proyectos Impulso y Venturi)

 

¿Cómo ve el panorama sanitario actual en su conjunto?

La pregunta me parece muy bien formulada, por hacer hincapié en “en su conjunto” … Y ahora mismo el sistema sanitario está, como se dice en boxeo, “noqueado”. Impactado por una pandemia, que aunque se hubiera actuado antes, el efecto en el sistema sanitario no podría haberse asumido igualmente.  Durante el año 2019, se produjeron más de 400.000 entradas en lista de espera que salidas por intervención. Eso sin impacto COVID-19. Mucho hay que hacer crecer la capacidad de respuesta del Sistema Sanitario para asumir una actividad similar en el 2020 con un patología que se “come” gran parte de los “recursos” restándoselo al resto de enfermos. En algún momento hasta el 100%, como pasó en los meses de marzo y abril.

Retrasos en patologías no Covid-19 que ya empiezan a reflejar complicaciones de patologías y por desgracia, fallecimientos.

¿Podemos saber cuántos enfermos están en esa situación?

En ello estamos trabajando en el Proyecto Venturi. Nos faltan algunos datos para poder sacar conclusiones con precisión, pero sí podemos afirmar, por ejemplo, que estamos, en el conjunto nacional, por encima de 100.000 pacientes de oncología sin diagnosticar.

Un sistema que no da respuesta a tiempo, sin duda no es seguro, y no se puede afirmar que sea bueno.

¿La seguridad a la que se refiere tiene que ver con la posibilidad de contagio en el centro sanitario del COVID-19?

Ni mucho menos. Los protocolos, los circuitos y el nivel de aprendizaje que ya tienen los profesionales permiten afinar que es un tema controlado. El riesgo cero no existe, por supuesto, como nunca lo ha habido para otras infecciones producidas por la asistencia sanitaria (conocidas como nosocomiales) menos mediáticas que el COVID-19. Me refiero a que el sistema tiene que asegurar hacer al paciente lo que hay que hacerle, sólo lo que hay que hacerle, en el momento oportuno y de la mejor manera posible. Total nada.

Entonces, ¿Eso no ocurre ahora?

No sería justo afirmar que el sistema sanitario solo atiende pacientes con patología COVID-19. Sí lo hizo durante unos meses. Pero sí está condicionado por una sola patología, que regula la cantidad de pacientes que entran al proceso asistencial. Esto está causando que el tiempo para ser operado este ya en algunos territorios en los diez meses. Eso los que están en lista, porque el problema grave está en los que están sin diagnosticar, en proceso de diagnóstico, o ni siquiera saben que lo están. Porque el Covid-19 no es la única enfermedad asintomática. Un ictus, un infarto, o un cáncer puede serlo también.  Y el proceso de detección y canalización se ha frenado y a trompicones va intentando coger velocidad de crucero. Vamos a tener que provocar el “efecto Venturi” para salir de esta.

¿Por qué Venturi? ¿Qué es el “efecto Venturi”?

Porque es el efecto que queremos provocar. Curiosamente es el mismo que el de las mascarillas. Aplicado al caso que nos ocupa, se trata de aumentar la velocidad de respuesta del sistema para una capacidad de recursos determinada.

¿Y eso como se concreta?

Cada unidad asistencial puede hacer mejoras en esa dirección. Pero es en la actuación desde la visión del proceso paciente donde se puede incrementar el “efecto Venturi”. Desde una perspectiva de sistema sanitario abogamos por la creación de un corredor sanitario para las patologías no Covid-19 que garantice una capacidad de respuesta más o menos estable, y sobre todo suficiente, para evitar que enfermos que no lo sean por COVID-19 se les alargue el momento de la asistencia hasta el punto de que se le complique su patología o, lo que es peor, el fallecimiento.

¿Un corredor Sanitario No Covid-19 en un sistema colapsado?

Es necesario estimar la demanda de las diferente patologías y poner los recursos necesarios. Yo abogaría porque la sanidad privada se organizara para generarlo operativamente, siempre coordinados y liderados por la administración pública. La suma de todos los recursos es lo que nos va a permitir normalizar la atención sanitaria en la era Covid-19.

Siempre es difícil gestionar políticamente la sanidad, pero ahora es un momento extremadamente complejo, donde las ideologías no caben, pues las transformaciones futuras, que es donde encajan las mismas, ya se abordaran. En mi opinión hay que centrarse en lograr cuanto antes que todos los pacientes vuelvan a ser atendidos en el momento adecuado y de la mejor forma posible.