21/03/2022
Francisco Soriano Cano, director gerente Área I Murcia-Oeste. Hospital Clínico Universitario “Virgen de la Arrixaca”. Servicio Murciano de Salud.
- ¿Cómo afecta la Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible (ODS) aprobado por la ONU a la gestión de los centros sanitarios?
Aplicando a la gestión sanitaria, tenemos una excelente oportunidad para mejorar la salud de los ciudadanos. Esta agenda tiene 17 objetivos, y el tercero “Salud y Bienestar” tiene como meta garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades. Por tanto, tenemos la responsabilidad de contribuir al cumplimiento del mismo poniendo el foco en las medidas de salud pública, asistencia sanitaria y medioambientales. En el último informe sobre los Objetivos de Desarrollo sostenible de 2020 destaca en el ámbito sanitario la mejora de la salud materno infantil, entre otras, y en el medioambiental el acelerado cambio climático, bastante superior al previsto inicialmente.
- Con relación a las medidas implantadas en sanidad en cuanto a la gestión medioambiental ¿Qué percepción se tiene actualmente en el sector salud respecto del uso de plásticos y los problemas ambientales que actualmente se asocian a los plásticos y a sus residuos?
En general creo que es un problema que el sector no ha atendido de forma suficientemente activa, y a un nivel adecuado, a la creciente preocupación social, que va asociado a la contaminación por plásticos. El sector sanitario está tomando conciencia de que su contribución al consumo de plásticos y a la producción de residuos es especialmente significativa, y ello está impulsando la adopción de medidas de forma progresiva.
Como en otros sectores, el plástico ha permitido muchos avances en la asistencia sanitaria, en la seguridad del paciente, protección de los trabajadores, etc., en gran medida a través de la utilización de artículos desechables, que han ido sustituyendo a las versiones reutilizables. Creo que existe ahora la percepción de que en muchos casos estas decisiones se han tomado obviando por completo el aspecto medioambiental y que tal vez es necesario repensar lo que hacemos a diario en la práctica clínica y, en algunos casos, recuperar prácticas “antiguas”.
El plástico es indispensable y clave para el sector sanitario. Seguirá siendo insustituible en muchos procesos, pero somos conscientes de que hay que buscar un mayor equilibrio entre el criterio económico, el de seguridad del paciente, ergonomía, funcionalidad y el medioambiental.
- ¿En qué líneas se está trabajando actualmente en el Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca en relación al uso de plásticos?
Nuestro ámbito de actuación es un Área de Salud donde está el Hospital, Centros de Salud y otros dispositivos de Atención Primaria y Urgencias. Recientemente, a través de la Unidad de Salud Medioambiental del HCUVA, hemos participado en un proyecto LIFE junto con otros hospitales de Europa, que nos ha permitido, en primer lugar, identificar qué artículos plásticos son los que aportan más consumo de plástico y, en segundo lugar, identificar posibles medidas para reducir el consumo de plásticos. El Programa LIFE es un instrumento financiero de la Unión Europea dedicado al medio ambiente y la acción por el clima.
Ahora sabemos, por ejemplo, que el uso de guantes, material de incontinencia, jeringas, ropa de protección desechable, envases de fluido-terapia y sistemas de infusión, representan más del 60% del plástico de uso médico que utilizamos.
Actualmente tenemos una planificación con un total de 11 medidas específicas de lo que hemos llamado “desplastificación”, y que incluyen actuaciones basadas en la aplicación de criterios de compra que fomenten artículos de menor peso, con menor embalaje, así como cambiar a reutilizables algunos artículos desechables (por ejemplo, ropa de protección), utilizar materiales alternativos como celulosas o vidrio, o concienciar a los trabajadores para evitar usos inadecuados de algunos materiales. Es un plan a largo plazo porque entran en juego muchos factores sobre los que tenemos que actuar.
- ¿Las medidas basadas en el reciclaje no las consideran en su planificación? ¿No es una medida importante para reducir el impacto ambiental asociado al uso de plástico en los hospitales?
Por supuesto, parte de nuestra planificación se dirige a incrementar en más del doble la proporción de envases plásticos asimilables a urbanos o domiciliarios, ampliando el número de contenedores y el alcance de los circuitos de recogida. Queremos que los pacientes y acompañantes también puedan clasificar estos residuos durante su estancia. Ya hemos hecho algún pilotaje con resultados muy satisfactorios, pero somos conscientes de que el reciclaje por sí solo tiene una alta limitación para dar respuesta al problema, especialmente en el ámbito sanitario u hospitalario, por la percepción de riesgo que habitualmente tienen los gestores de residuos respecto de lo que viene de un hospital y por la dificultad que aún sigue existiendo para que los profesionales y los usuarios realicen una correcta separación. La situación creada por la pandemia del COVID-19 incrementa aún más el problema, pero como decía, es un plan a largo plazo.
- ¿Cómo afecta la COVID-19 al consumo de plásticos del sector y a su planificación para reducir el consumo?
La COVID-19 es un factor que, en general y hasta ahora, conlleva un incremento muy significativo del consumo de plásticos en el sector. Principalmente porque el conocimiento científico y la información de los organismos sanitarios, al inicio de la pandemia, incidían en que el riesgo de contagio por contacto con superficies se consideraba importante. Esto incentivó el uso masivo de materiales desechables, sobre todo ropa y material de protección como guantes, pero también en los servicios de cocina, de lavandería y otros. Aunque actualmente el riesgo de infección por contacto con superficies contaminadas es considerado bajo, es complicado cambiar la percepción de riesgo de los profesionales sanitarios y de la ciudadanía en general, y ello implica más consumo y más residuos plásticos en el sector. Es uno de nuestros objetivos que ya estamos gestionando que justifica aún más la necesidad de llevar a cabo nuestro proyecto.
También es importante destacar que la pandemia ha sido una oportunidad para abrir las puertas a alternativas de reducción con alto potencial que, posiblemente, en condiciones pre-pandemia, no se habrían considerado procedentes, como es el caso de la utilización de ropa de protección y EPIs reutilizables. La pandemia nos obligó a reutilizar ropa de protección desechable porque, simplemente, había escasez de la misma, y ahora son bastantes los hospitales que han optado por mantener la reutilización de ropa de protección. Nos ha hecho reflexionar, y una de las conclusiones es que existen muchas más ventajas en el reutilizable.
Otra de las acciones importantes es la Compra Verde Pública. El Servicio de Medioambiente del HCUVA forma parte del grupo de trabajo del Servicio Murciano de Salud que ha impulsado la creación de una Guía de Contratación Pública Verde del SMS. Desde esta iniciativa se pretende introducir criterios y/o requisitos medioambientales en los contratos centralizados de suministros y servicios, que van, desde la reducción de embalajes, o el fomento del uso de materiales reciclados, la introducción del papel de oficina reciclado al 100% del suministro, la reducción del peso y cantidad de plástico utilizado en la fabricación de consumibles sanitarios, al suministro de alimentos ecológicos, entre otros.
6) ¿Piensa que la desplastificación y las alternativas que han identificado suponen mayores costes?
Actualmente tenemos más información al respecto y hemos avanzado con algunos análisis. Lo que podemos decir, sin ningún género de dudas, es que las medidas de desplastificación en conjunto tienen un retorno económico directo, un ahorro frente a la situación de partida. Es cierto que algunas medidas, como por ejemplo algunas basadas en sustitución por materiales alternativos, pueden representar un incremento de los costes de suministros, y que algunas medidas pueden considerarse neutras en este sentido, pero los resultados a priori son que el balance global, considerando el efecto del conjunto, tiene un efecto de ahorro económico que además puede ser significativo.
Hay que considerar en todo caso que en estos análisis no se tiene en cuenta el coste asociado a las externalidades negativas del uso del plástico y su efecto sobre la salud.
En toda nuestra actividad asistencial, docente e investigadora está presente la certificación Gestión Ambiental ISO 14001:2004 que tenemos desde hace varios años, así como el Plan Integral de Transición Ecológica del Servicio Murciano de Salud.
En este sentido, la reducción de impactos en el medio ambiente y el cumplimiento de la legislación en esta materia, es uno de nuestros principales objetivos. Es el resultado de muchos años de trabajo de todos nuestros profesionales, que es evaluado de forma periódica de forma interna y externa. La protección de la salud y la protección del medio ambiente son principios constitucionales que van íntimamente unidos.