06/11/2023.- Entre los días 23 y 27 de octubre se ha celebrado la Semana Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo, que este 2023 se centró en concienciar sobre la importancia de promover lugares de trabajo más seguros y saludables para todas las edades.
Entrevistamos a Javier Guerrero Fonseca para conocer más sobre cómo generar espacios seguros y saludables, promover la humanización y el liderazgo de las personas, especialmente en el ámbito sanitario.
Javier es auditor jefe de Sistema de Gestión de la Calidad del SESCAM. Auditor PRL de la Dirección General del Trabajo Formación y Seguridad Laboral de JCCM. Especialista en el Servicio de Prevención del SESCAM. Docente postgrado UNIR y Universidad de Castilla-La Mancha. Miembro del Comité Científico de la Fundación Economía y Salud. Habla sobre cómo generar espacios seguros y saludables, promover la humanización y el liderazgo de las personas, especialmente en el ámbito sanitario.
Desde su punto de vista como experto, ¿cómo calificaría el estado actual de la seguridad y salud en el sector sanitario en España?
Hoy en día la mayoría de las personas que trabajamos en el sector sanitario, lo hacemos en espacios más o menos seguros y confortables. Los principales riesgos no suelen (o no deberían) estar relacionados con las condiciones de trabajo ligadas a la seguridad o la higiene industrial. Pero sí deben estarlo con poner al trabajador; sus particularidades y posibles limitaciones (entre otras, las ligadas a la edad) como centro de nuestros esfuerzos para garantizar unas condiciones de trabajo saludables.
Es un ámbito que ya analizamos en profundidad desde la Fundación Economía y Salud en el marco del estudio “Índice FES”. Este informe se centra en la valoración objetiva de los datos proporcionados por las Comunidades Autónomas incluyendo once áreas que engloban el Sistema Nacional de Salud. La presentación del Índice FES se acompaña de una serie de medidas y propuestas que entendemos que podrían mejorar la gestión sanitaria en alguna de las áreas.
El Área 9, “Capital Humano y Humanización del Trabajo”, obtuvo la puntuación más baja en el Índice FES 2022, o lo que es lo mismo; se trata del ámbito con mayor grado de mejora en las once comunidades autónomas participantes, obteniendo una puntuación media únicamente de 6,50 sobre 10 puntos
“Los trabajadores deben estar en el centro de nuestros esfuerzos para garantizar unas condiciones saludables en el ámbito laboral.”
¿Qué objetivos y retos debemos encarar en materia de Salud Laboral?
No podemos permitirnos que un área que mide la excelencia en la “gestión de nuestros profesionales”, sea la menos desarrollada.
Si acudimos al término “Triple Meta”, acuñado por el Institute for Healthcare Improvement, que describe un enfoque para optimizar el desempeño del sistema de salud se observa que dicha mejora se acomete desde las tres dimensiones de mejorar la experiencia de atención del paciente (incluida la calidad y la satisfacción), mejorar la salud de las poblaciones y reducir el coste per cápita de la atención sanitaria. “Triple Meta” es un objetivo único; es necesario la consecución simultánea de las tres dimensiones para la mejora del sistema de salud, dicha mejora no puede ser a costa de una de las tres dimensiones descritas.
Esta visión queda limitada por el creciente desgaste (burnout) entre los profesionales, caracterizado por un estado de agotamiento físico, emocional y mental, cuyo origen muchas veces puede estar en afrontar situaciones emocionalmente demandantes, con recursos insuficientes y durante periodos prolongados. Esta situación tiene como consecuencias escasos resultados, actitud “cínica” o distante frente al trabajo (despersonalización), y una sensación de ineficacia y de no hacer adecuadamente las tareas.
En este contexto, cada vez más estresante para los profesionales sanitarios en el cual aumentan las expectativas y demandas de los pacientes, cada vez se hace más difícil alcanzar conjuntamente el triple objetivo, dado que la insatisfacción de los profesionales está asociada con una menor satisfacción de los pacientes (despersonalización), la realización de más pruebas diagnósticas y medicación innecesaria (ineficacia), peores resultados en salud y mayores costes (ineficiencia).
La brecha entre las expectativas de la sociedad y la capacidad de los profesionales para hacerlas frente, cada vez se hace mayor, no siendo suficientes las tres dimensiones para garantizar la mejorar de los sistemas de salud, apareciendo el término de Cuádruple Meta o “Cuádruple Objetivo”, que tendría en cuenta una nueva dimensión, como es la satisfacción del profesional, que persigue promover el bienestar emocional, la mejorara del entorno laboral y la mejora de la capacidad de resiliencia de los profesionales (capacidad para superar y adaptarse a situaciones adversas con la confianza de que se saldrá exitoso).
Otro de los retos que tenemos por delante es hacer compatibles y alineados los ya existentes planes de humanización de la gestión sanitaria, con los “nuevos” planes para la gestión de recursos humanos en la asistencia sanitaria, si a ello le damos una vuelta más, podemos bautizarlos como planes para la gestión de personas en la asistencia sanitaria, aunque lo más correcto sería “Planes para la HUMANIZACIÓN y LIDERAZGO DE LAS PERSONAS en la gestión sanitaria”, entendiendo que a los profesionales se les lidera con el ejemplo, humanizando también esta faceta de gestión.
“La satisfacción del profesional y la garantía de unas condiciones de trabajo seguras y saludables se convierte en el factor crítico en la consecución del cuádruple objetivo.”
¿Cómo se puede impulsar el empoderamiento y la humanización del profesional sanitario desde las organizaciones?
Es de especial importancia realizar una correcta y eficaz gestión de los factores psicosociales, no exclusivamente minimizar aquellos que puedan convertirse en factores psicosociales negativos o disfuncionales, si no también favorecer y potenciar el efecto protector de aquellos factores psicosociales positivos, mediante la evaluación y gestión del tiempo de trabajo, la autonomía temporal y decisional, la carga de trabajo y las presiones de tiempo, las demandas cognitivas y emocionales, la variedad y contenido del trabajo, el grado de participación y supervisión, el interés mostrado hacia el trabajador, el desempeño de rol o las relaciones y el apoyo institucional.
Por ello, toda propuesta que incluya conceptos como la humanización, el liderazgo de las personas (no únicamente en nuestra faceta como profesionales) o el empoderamiento del profesional, serán bienvenidas a la hora de mejorar las condiciones laborales, especialmente importantes en sectores de prestación de servicios sociales y sanitarios.
“Debemos hacer compatibles y alineados los planes de humanización de la gestión sanitaria, con los nuevos “Planes para la humanización y liderazgo de las personas (profesionales) en la gestión sanitaria”.
¿Qué soluciones e iniciativas se pueden llevar a cabo?
Las soluciones pasan por apostar por el bienestar y la satisfacción de los profesionales, mediante programas de acompañamiento a nuevos profesionales, talleres de mejora de la salud y prevención de patologías ergonómicas y psicosociales, establecer liderazgos que reconozcan el trabajo y el esfuerzo, atraer y cautivar (que no retener) el talento, apostar por el bienestar de los empleados, reconocer que el éxito de las organizaciones pasa por el éxito de sus profesionales, facilitar la conciliación, promover la toma de iniciativas y el desarrollo del profesional, así como entender que el requisito indispensable para la innovación son las personas, y que las organizaciones (y con ello la forma en que se gestionan) las hacen las personas.
No existen excusas a la hora de centrar nuestros esfuerzos en la mejora de las condiciones de trabajo de los profesionales (personas) y en la satisfacción de estos, con la finalidad de mejorar el desempeño de los servicios sanitarios y de la humanización en la gestión de los servicios sociales y sanitarios.
Es por ello que, en la celebración de la Semana de la Seguridad y Salud Laboral, quiero poner de manifiesto y reivindicar que las condiciones laborales ligadas a los factores psicosociales son, y cada vez más, factores críticos tanto en la satisfacción de los profesionales como en el eficaz desempeño de los servicios de salud.
Un ejemplo de buenas prácticas es el Plan de Salud Horizonte 2025 del Gobierno de Castilla-La Mancha, que entre sus líneas estratégicas identifica “La Humanización de la asistencia sanitaria” y “Las y los profesionales como valor esencial del sistema”, como objetivos estratégicos. Lo realmente importante es que identifica diferentes vectores de desarrollo que están relacionadas con los profesionales; con las PERSONAS que prestan dichos servicios (socio) sanitarios, como son las líneas de acción relacionadas con la “Estructura y cultura de humanización”, el “Cuidado y bienestar de los y las profesionales”, o “Los Espacios físicos y el confort”.
Publicado el 7 de noviembre de 2023.