Revolucionar la seguridad y la salud: el papel de la IA y la transformación digital en el trabajo

28/04/2025.- El 28 de abril se conmemora el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, que este año se centra en los impactos de la digitalización y la inteligencia artificial (IA) en la seguridad y salud de los trabajadores. Entrevistamos a Javier Guerrero Fonseca, miembro del Comité Científico de la Fundación Economía y Salud, docente y coordinador del Máster en Modelos Avanzados de Gestión y Dirección Sanitaria de la Fundación Economía y Salud y la Universidad CEU San Pablo y Doctor por la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Castilla-La Mancha.

Javier es Ingeniero Industrial y Especialista en el Servicio de Prevención Propio del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, auditor Jefe del Sistema de Gestión de la Calidad acuerdo a la Norma Internacional ISO 9001:2025, Auditor del Sistema de Gestión de la Prevención de Riesgos Laborales por la Dirección General del Trabajo Formación y Seguridad Laboral de la Junta de Castilla-La Mancha, así como docente en formación de postgrado en diferentes universidades.

 

  • ¿Cuál es el lema elegido este año por la Organización Internacional del Trabajo, OIT, para celebrar el próximo 28 de abril el “Día Mundial de la Seguridad y salud en el Trabajo”?

La campaña de este año 2025 desarrollada por la OIT bajo el lema “Revolucionar la seguridad y la salud: el papel de la IA y la digitalización en el trabajo”, se centra en cómo las nuevas tecnologías están transformando la Seguridad y Salud en el Trabajo mediante la automatización de tareasel uso de herramientas inteligentes de Seguridad y Salud en el Trabajo y sistemas de supervisión, la realidad ampliada y la realidad virtual, así como la gestión algorítmica del trabajo, entre otras.

Estas nuevas tecnologías han dado lugar a nuevos tipos de trabajo, como las plataformas digitales y el trabajo remoto, híbrido y el teletrabajo, que aunque han podido mejorar determinadas condiciones laborales de los trabajadores, fundamentalmente ligadas a las condiciones de seguridad en el trabajo, así como a las disciplinas de la higiene industrial y la ergonomía, también han introducido nuevos riesgos, fundamentalmente ligados a las condiciones psicosociales de las nuevas modalidades de trabajo.

 

  • ¿Podría poner algunos ejemplos de la aplicación de estas nuevas tecnologías en relación con el lema de la campaña de este año?

En esta línea y desde la perspectiva de la seguridad y salud en el trabajo, podemos hablar de varios ejemplos que estas nuevas tecnologías están introduciendo, y que en muchos casos hacen que nuestro trabajo sea menos peligroso.

Este tipo de tecnologías, no sólo pueden mejorar las condiciones de trabajo de los profesionales del sector sanitario, también pueden ayudar a mejorar la asistencia sanitaria, previniendo errores, descubriendo nuevos fármacos y tratamientos o incompatibilidades entre estos, detectando tempranamente determinadas enfermedades… Hay muchos ejemplos de ventajas de la utilización de este tipo de tecnologías, pero centrándonos en la mejora de las condiciones laborales de este tipo de profesionales, fundamentalmente mediante la automatización de procesos rutinarios, el tratamiento de la información, la realización de determinadas actividades físicamente más duras o el trabajo en espacios peligrosos o confinados.

Mediante la ergonomía siempre hemos perseguido adaptar el trabajo (las máquinas, los espacios de trabajo y los procedimientos) a la persona; al trabajador. La inclusión de estas nuevas tecnologías permitirá potenciar sus capacidades. Previsiblemente desaparecerán o se minimizarán determinados riesgos de trabajo ligados a las condiciones de seguridad e higiénicas del trabajo, o determinados problemas musculoesqueléticos, pero aparecerán nuevos riesgos, fundamentalmente ligados a disciplina de la psicosociología, derivados del trabajo con estas nuevas tecnologías, la deshumanización del trabajo, la necesidad de desarrollar por parte de los profesionales nuevas capacidades y la necesidad de adaptación de las personas y los procedimientos de trabajo a dichas tecnologías.

 

Estas nuevas tecnologías no solo pueden mejorar las condiciones de trabajo de los profesionales del sector sanitario, también pueden ayudar a mejorar la asistencia sanitaria, previniendo errores, descubriendo nuevos fármacos y tratamientos o incompatibilidades entre estos, detectando tempranamente determinadas enfermedades, etc.

 

  • ¿Y algunos ejemplos del impacto de estas tecnologías en la seguridad y salud del personal sanitario?

La incorporación de estas tecnologías en el entorno hospitalario está transformando los métodos de trabajo y los riesgos asociados. Las innovaciones mejoran la eficiencia y reducen ciertos riesgos, pero también introducen nuevos desafíos.

Por ejemplo, mediante la digitalización de las historias clínicas podremos reducir errores clínicos, instaurar sistemas de alerta temprana que permitan una mejor monitorización del paciente, facilitar el acceso remoto a información clínica y de esta forma mejorar la toma de decisiones o la automatización de procesos administrativos. Todo ello, con la finalidad de minimizar carga mental derivada de la toma de decisiones críticas sin la debida o actualizada información.

Javier, durante un evento de la Fundación Economía y Salud.

Mediante la utilización de robots avanzados podemos disminuir la carga física postural y determinados problemas musculoesqueléticos mediante la utilización de robots quirúrgicos, además de mejorar la precisión y con ello la carga mental derivadas de las posibles complicaciones en determinadas intervenciones. Con la utilización de exoesqueletos podemos reducir el riesgo de lesiones músculo-esqueléticas en la movilización de pacientes o mejorar la ergonomía en tareas repetitivas o forzadas. También existen robots de limpieza y desinfección que eliminan el riesgo de exposición tanto a patógenos como a determinados contaminantes químicos.

Con el uso de la inteligencia artificial y aprendizaje automático podemos tener un impacto positivo en la minimización de las demandas psicosociales de naturaleza cognitiva mediante el apoyo en diagnóstico, el análisis de grandes volúmenes de datos, la optimización de flujos de trabajo o la detección predictiva de brotes infecciosos. Un fantástico ejemplo de ello es la herramienta BIAlert de PREDICCIÓN DE RIESGO DE SEPSIS, mediante el uso de algoritmos a su vez basados en el empleo de Big Data, Inteligencia Artificial y técnicas de Machine Learning desarrollado por el Instituto de Ingeniería del Conocimiento y presentada a los alumnos de nuestro Máster en Modelos Avanzados de Gestión y Dirección Sanitaria de la Fundación Economía y Salud y la Universidad CEU San Pablo.

En esa misma sesión del máster, también pudimos conocer otros ejemplos de la aplicación de dichas tecnologías como la plataforma de Telemedicina Doole Health, que refuerza el vínculo entre pacientes y profesionales de la salud, aportando un valor añadido a los pacientes a la vez que optimiza los recursos en términos de tiempo, costes y distancia en ambos extremos, además de permitir el acceso a nuevos segmentos de atención, al asistente virtual “LOLA” una cuidadora virtual basada en inteligencia artificial y tecnología de voz que hace llamadas telefónicas a pacientes de forma automática y estrategias PLN de la plataforma Tucuvi Health Manager.

También estamos ya acostumbrados a la utilización de drones para la vigilancia aérea en situaciones de emergencia, espacios confinados con riesgo de asfixia o con riesgo de exposición a productos químicos o agentes biológicos.

Es una práctica común encontrarnos en nuestros hospitales dispositivos basados en el Internet de las Cosas, IoT, que llevan incorporados sensores, software y otras tecnologías para conectar e intercambiar datos con otros dispositivos a través de internet, minimizando la carga de trabajo al facilitar el monitoreo de pacientes en tiempo real, la instauración de alertas automáticas ante emergencias médicas o el control remoto de equipos hospitalarios.

Y por último podemos citar algunos impactos positivos de la realidad virtual y aumentada mediante la simulación segura para formación del personal sanitario, la asistencia en tiempo real durante cirugías complejas, minimizando, de esta forma, las demandas cognitivas de determinadas tareas complejas, adaptando el grado de supervisión a las capacidades de los profesionales y mejorando mediante la formación continua de los profesionales su autonomía decisional.

 

  • ¿Serían esperables también algún impacto negativo de estas tecnologías en la seguridad y salud del personal sanitario?

Efectivamente, como hemos comentado estas tecnologías ofrecen un presente y un futuro prometedor para mejorar la seguridad y salud de los profesionales en el entorno sanitario, pero deben implementarse con precaución, formación adecuada y mediante la evaluación constante de los nuevos de riesgos que puedan aparecer.

Así mismo, el mal uso o falta de formación en la utilización de exoesqueletos puede provocar nuevas lesiones o problemas de adaptación física y fatiga localizada, o la utilización de drones puede añadir riesgo de caídas y accidentes o estrés auditivo por la exposición a ruido constante.

Sin olvidar otro tipo de riesgos; ya no ligados a las condiciones de trabajo de los profesionales sanitarios, como ciberataques que comprometan seguridad de datos clínicos o fallos en sensores que afecten decisiones críticas.

 

Estas tecnologías ofrecen un presente y un futuro prometedor para mejorar la seguridad y salud de los profesionales en el entorno sanitario, pero deben implementarse con precaución, formación adecuada y mediante la evaluación constante de los nuevos de riesgos que puedan aparecer.

 

  • ¿Puede compartir algún ejemplo de cómo este tipo de tecnologías puede ayudar a la prevención de riesgos ergonómicos?

Un buen ejemplo podríamos encontrarlo en el nuevo software de gestión de la ergonomía de puestos de trabajo desarrollado por la Universidad Politécnica de Valencia “Ergoniza – Intelligent” que incorpora un modelo biomecánico completo del cuerpo humano capaz de adoptar las posturas detectadas por la inteligencia artificial o provenientes de un sistema de captura de movimientos mediante sensores inerciales. A partir de estos, el modelo biomecánico calcula los esfuerzos por articulación, el riesgo postural, la compresión intervertebral o la estabilidad de la postura.

 

  • ¿Cree que la IA y la digitalización podría mejorar la investigación de accidentes y la detección de enfermedades profesionales derivadas de las condiciones laborales?

Sí, por supuesto, la IA y la digitalización pueden mejorar significativamente la investigación de accidentes mediante el análisis automático de datos de sensores, cámaras y registros digitales, el reconocimiento de patrones de riesgo previos al accidente, la generación de informes precisos y rápidos, o mediante la simulación de escenarios para prevenir recurrencias.

Con respecto a la detección de enfermedades profesionales, también la IA, la digitalización y el big data podrán tener un papel muy importante en la identificación temprana mediante algoritmos predictivos de determinadas patologías, el análisis de grandes volúmenes de datos clínicos y ocupacionales realizando una correlación automática de datos que podrán vincular historiales clínicos con registro de riesgos laborales para identificar posibles enfermedades profesionales, la monitorización continua de exposición a agentes nocivos y lo que puede ser más novedoso, la personalización de planes de salud preventiva mediante la detección precoz ajustando la vigilancia médica según perfil de riesgo individual.

 

Con respecto a la detección de enfermedades profesionales, también la IA, la digitalización y el big data podrán tener un papel muy importante en la identificación temprana mediante algoritmos predictivos de determinadas patologías,

 

  • Por último ¿podría identificar algunas empresas que puedan ser consideradas referentes en el sector sanitario mediante la mejora de las condiciones de trabajo de sus profesionales gracias a estas nuevas tecnologías, la inteligencia artificial y la digitalización del trabajo.

Cada vez existen más aplicaciones que basadas en dichas tecnologías están demostrando la mejora de las condiciones laborales de los profesionales sanitarios, tal es el caso de LIVO, una plataforma digital que conecta hospitales con profesionales de enfermería utilizando inteligencia artificial para optimizar la planificación y conciliación laboral. Ha gestionado más de 20.000 coberturas puntuales en más de 100 hospitales en España. ​

Otro ejemplo lo podemos encontrar en la empresa tecnológica Sesame HR, especializada en software de gestión de recursos humanos que ofrece herramientas digitales para el control horario, gestión de turnos y administración de equipos, integrando inteligencia artificial en su plataforma. ​

Mención destacada son las iniciativas enfocadas en la calidad del sueño de sus empleados, reconociendo su impacto en la productividad y salud mental, mediante el uso de tecnologías emergentes, implementados por Mutua Madrileña o Generali, contribuyendo a la reducción del absentismo y mejora del rendimiento. ​ Algunas empresas que adoptaron tecnologías de bienestar digital, como dispositivos portátiles y aplicaciones de salud, experimentaron una disminución del 30% en el absentismo laboral y un aumento del 20% en la productividad. ​

Otros ejemplos centrados en la mejora de la seguridad y salud de los profesionales del sector sanitario podemos encontrarlos en la digitalización de preparaciones histológicas y la telepatología, permitiendo diagnósticos colaborativos a distancia y reduciendo la exposición del personal a agentes patógenos implementado por el Hospital Materno Infantil de Málaga, o en el Complejo Asistencial Universitario de Palencia que adoptó un sistema de cirugía robótica, lo que ha permitido reducir la carga física sobre los cirujanos y mejorar la precisión en las intervenciones, disminuyendo el riesgo de errores y lesiones laborales. ​

El Institut Català de la Salut, a través del proyecto Digipatics, digitalizó millones de muestras de anatomía patológica, facilitando la colaboración entre especialistas y reduciendo la manipulación física de muestras, lo que disminuye el riesgo de exposición a agentes biológicos.

Varios hospitales del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, como el Hospital Ntra. Sra. del Prado de Talavera de la Reina están empezando a utilizar la realidad virtual para formar a profesionales en maniobras complejas de reanimación cardiopulmonar, reduciendo errores y estrés en situaciones reales, así como en otras técnicas o protocolos de actuación en entornos con riesgo de exposición a agentes químicos o biológicos. El uso de realidad virtual y aumentada en programas de entrenamiento ha demostrado aumentar la retención del conocimiento hasta en un 75%, y el 95% de los participantes reportaron sentirse más seguros al realizar procedimientos en el mundo real. ​

Cada vez existen más aplicaciones que basadas en dichas tecnologías están demostrando la mejora de las condiciones laborales de los profesionales sanitarios

Otras aplicaciones basadas en el monitoreo del bienestar emocional mediante análisis de voz, lenguaje o patrones de trabajo, las alertas tempranas sobre sobrecarga laboral o aislamiento podrían tener un impacto positivo en la minimización de los efectos del burnout y el mobbing.

Así mismo, la utilización de asistentes virtuales y chatbots que filtran demandas no urgentes, reduciendo la tensión directa, los sistemas de inteligencia emocional que detectan lenguaje agresivo y activan protocolos para la prevención de agresiones o la formación en realidad virtual para manejar situaciones conflictivas en entornos seguros, podrían minimizar los conflictos en la atención a pacientes o familiares en determinadas situaciones críticas o conflictivas.

 

Las personas son el factor crítico a la hora de implementar de forma segura y eficaz estas tecnologías. Pues son las personas las que innovan, investigan y gestionan nuestros hospitales y se involucran en la mejora y en la prestación de servicios sanitarios.

 

  • ¿Cuál considera que es el factor crítico en la implantación segura y eficaz de este tipo de tecnologías?

Es evidente, el factor crítico son las PERSONAS, pues son las personas las que innovan, investigan y gestionan nuestros hospitales y se involucran en la mejora y en la prestación de servicios sanitarios.

El “Triple Objetivo” de conseguir simultáneamente la mejorar la experiencia de los pacientes (satisfacción y calidad), la mejorar los resultados clínicos en la población y la reducción de los costes per cápita de la atención sanitaria, está limitado por creciente BURNOUT (agotamiento físico, emocional y mental) entre los profesionales sanitarios, dado que la insatisfacción de los profesionales está asociada a una menor satisfacción de los pacientes (por la despersonalización del trabajo), el aumento de pruebas diagnósticas y medicación innecesaria (mayor ineficacia del sistema sanitario) y peores resultados en salud y mayores costes (mayor ineficiencia).

Es por todo lo anterior que se hace imprescindible incorporar la SATISFACCIÓN del PROFESIONAL (4º objetivo), mediante la promoción de su bienestar emocional, la mejora del entorno laboral y de su capacidad de resiliencia, siendo las PERSONAS, el factor crítico en la implementación de dichas tecnologías.

Al final terminamos casi donde estábamos, esperando que la IA y la digitalización del trabajo nos acerquen un poco más en la HUMANIZACIÓN el LIDERAZGO y EMPODERAMIENTO de las PERSONAS (profesionales sanitarios) en la gestión sanitaria, siendo un requisito previo incorporar tal y como ya habíamos afirmado en las conclusiones del Informe FES 2024 que la satisfacción del profesional sanitario y la mejora de sus condiciones laborales sigue siendo el factor crítico en la mejora y eficacia de los servicios de salud. Si la IA y la digitalización del trabajo nos ayudan a acercarnos a este objetivo, … bien venidas sean.